What Should I Consider When Choosing Wood Floor Boards

¿Qué debo tener en cuenta al elegir tarimas de madera?

Seleccionar las tarimas adecuadas es esencial para crear un suelo de madera que satisfaga tanto su visión de diseño como sus necesidades prácticas. Desde el tipo de tarima hasta su grosor y acabado, estos son los factores clave a tener en cuenta:


1. Construcción de la tarima: maciza o multicapa

La mayoría de las tarimas modernas con sistema machihembrado (T&G) se presentan en dos variantes principales:

  • Madera maciza: fabricada íntegramente con una sola pieza de madera.

  • Madera multicapa: capa superior de madera noble sobre una base de contrachapado de capas cruzadas, que aporta mayor estabilidad frente a cambios de humedad y temperatura.

Es importante considerar el espesor de la capa superior de madera, ya que de ella depende la vida útil del suelo.

  • Mínimo recomendado: 4 mm por encima del machihembrado.

  • Ideal: 6 mm, para una durabilidad máxima.

Para instalaciones estructurales, la tarima debe tener al menos 20 mm de grosor, siempre con una capa superior de 6 mm, garantizando aislamiento, insonorización y la posibilidad de lijar y reacondicionar varias veces.

En proyectos con menor presupuesto o zonas de tráfico ligero, las tarimas de 15 mm son una buena opción y, además, funcionan muy bien con calefacción por suelo radiante gracias a su mejor transmisión térmica.


2. Calidad de la madera

El grado de la madera influye directamente en la estética del suelo:

  • Grado Superior: tarimas limpias y uniformes, con pocos nudos y mínima variación de color. Ideales para diseños modernos y minimalistas.

  • Grado Selecto: pequeños nudos y sutiles variaciones cromáticas, aportando un carácter equilibrado.

  • Grado Clásico: más rústico, con nudos visibles, albura y variaciones de color natural. Perfecto para ambientes tradicionales o campestres.

  • Grado Rústico: con personalidad marcada, grandes nudos y contrastes intensos. Aporta fuerza y carácter a cualquier espacio.


3. Ancho y largo de la tarima

  • Tarimas anchas (220–300 mm): transmiten amplitud y uniformidad, ideales para estancias grandes.

  • Tarimas más estrechas (150–190 mm): generan un efecto más clásico y detallado, perfectas para espacios reducidos.

En cuanto a la longitud, se recomienda un mínimo de 1,8 m para reforzar la continuidad visual y reducir juntas. Incluir algunas piezas más cortas ayuda a conseguir un patrón natural y equilibrado.


4. Grosor de la tarima

  • Para instalaciones estructurales: se aconseja un grosor mínimo de 20 mm, que ofrece resistencia, aislamiento e insonorización.

  • Para tráfico ligero o proyectos más ajustados en coste: las tarimas de 15 mm son adecuadas y favorecen la calefacción por suelo radiante.


5. Biseles de borde

El acabado del borde influye tanto en la estética como en la percepción del suelo:

      • Borde cuadrado: crea una superficie continua y uniforme, ideal para diseños modernos.

      • Microbiselado: resalta cada tarima de forma sutil, aportando profundidad.

      • Biselado en 4 lados: enfatiza todos los contornos, creando un aspecto más texturizado y definido.

      • Biselado en 2 lados: marca los bordes longitudinales, alargando visualmente las tarimas.


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